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“Un amigo me preguntó” :
– ¿Por qué gastas tanto dinero y tanto tiempo corriendo de un lado a otro para ver a tus hij@s entrenando y jugando hockey en patines?
– Y yo dije: bueno, en realidad, no pago para que mis hij@s practiquen hockey!
– Entonces, si no pagas para que entrenen y jueguen, ¿qué estás pagando? Replica.
– Bueno, yo pago por la oportunidad de que mis hij@s puedan tener amistades duraderas.
– Yo pago por esos momentos cuando mis hij@s están tan cansados que tienen ganas de rendirse, pero no renuncian…
– Yo pago por la oportunidad de que puedan tener increíbles maestros que les enseñarán, no sólo sobre la competencia, sino sobre el juego de la vida.
– Yo también pago para que mis hij@s puedan aprender a ser más disciplinados.
– Yo pago para que mis hij@s puedan aprender a respetar y cuidar de sus cuerpos.
– Yo pago para que mis hij@s puedan aprender a trabajar con los demás, a ser solidarios, gentiles y buenos miembros de equipo!
– Yo pago para que mis hij@s puedan aprender a lidiar con la decepción, cuando no ganan o equivocan un pase, aunque lo han practicado mil veces, pero aún así levanten la cabeza y se centren en la determinación de hacerlo mejor la próxima vez…
– Yo pago para que mis hij@s puedan aprender a alcanzar objetivos.
– Yo pago para que mis hij@s puedan aprender que trabajar durante horas y horas duras, lleva a la creación de campeones y que el éxito no pasa de la noche a la noche.
– Yo pago para que mis hij@s puedan estar en una cancha, en vez de interesarse por cosas equivocadas…
– Podría seguir hablando, pero para ser breve, yo no pago para que entrenen ni jueguen, yo pago por las oportunidades que el deporte les proporciona para desarrollar atributos que servirán para el bien de toda su vida y les darán la oportunidad de bendecir la vida de otros, respetando todos los espacios.
Por lo que he visto, durante muchos años, creo que es una gran inversión, y eso es lo que puedo dejar tanto para mis hij@s como para la sociedad.
Texto de : Diego R Birent.
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